SYLVIA SASTRE I RIBA, CATEDRÁTICA DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LA RIOJA
«Ahora priman parámetros de juventud y se proscribe la sabiduría de la vejez»
La catedrática Sylvia Sastre i Riba impartió una conferencia sobre la 'Autopercepción del envejecimiento' El espíritu juvenil y la ilusión por la vida son positivos
Sylvia Sastre, el miércoles ante de su charla en las Aulas de la Tercera Edad. / MIGUEL HERREROS |
Ancianidad: a partir de los 85 años. Vejez: Desde los 75 años. Adulto mayor: En los 65 años. Mujer:: biológicamente, las féminas están dotadas con unos dispositivos que facilitan la longevidad. |
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¿A qué edad una persona es considerada anciana? ¿Se puede ser un abuelo con alma de niño?, ¿Cómo debe asumir un adulto maduro la llegada a la vejez? Estas preguntas y muchas más fueron resueltas por Sylvia Sastre i Riba, catedrática de Psicología de la Universidad de La Rioja, en una conferencia impartida el pasado día 13 de febrero sobre la 'Autopercepción del envejecimiento'. La charla está enmarcada en el programa cultural de las Aulas de la Tercera Edad, que están ubicadas en Duques de Nájera 19.
-En la conferencia ofrecida en las Aulas de la Tercera Edad habló sobre la 'Autopercepción del envejecimiento', ¿cree necesario que las personas conozcan las fases del envejecimiento que les acecha?
-Es un proceso irreversible y al que hay que hacer frente, igual que en cualquier época del desarrollo, con los retos y características que reclama. Hay que afrontarlo de forma óptima.
-Todo el mundo sabe que la ancianidad llegará tarde o temprano, pero ¿por qué resulta tan difícil aceptarla?
-Por varias razones. Una de ellas es de carácter social. En nuestra sociedad actual el envejecimiento no está bien valorado, se continúa interpretando como un período de declive. Sin embargo, en otros momentos históricos la vejez ha generado gran respeto. Actualmente, priman parámetros de juventud y belleza física, proscribiéndose la sabiduría que aporta el envejecimiento. Otras razones son los aspectos físicos que afectan al cuerpo humano y esto, de nuevo, choca con la imagen corporal de belleza que está en nuestra sociedad.
-¿Cuáles son los primeros síntomas que demuestran la llegada de la tercera edad?
-Envejecemos muy pronto. Los signos son multidimensionales y variados, pero uno puede sentirse viejo objetivamente cuando se sitúa en el período que los psicólogos del desarrollo marcamos en los 55-65 años. Todavía están dentro de la adultez, pero con síntomas evidentes en nuestro cuerpo y con unas tareas sociales y familiares que empiezan a estar en momento de cambio. Este envejecimiento entra en su plena fase a partir de los 65-75 años hasta el final de la vida. No obstante, el envejecimiento es un proceso natural y es el resultado de la supervivencia del ser humano.
-Entonces, ¿a qué edad una persona es considerada anciana?
-Una persona es anciana a partir de los 85 años, llega al período de la vejez a partir de los 75 y es un adulto mayor en torno a los 65 años, pero ésto sólo se rige en la edad cronológica.
-Las estadísticas demuestran que las mujeres sobreviven a sus maridos. ¿Atraviesan ellas una vida menos dura o saben afrontar mejor la llegada de los años?
-La vida no es menos dura, es distinta y en nuestra sociedad actual cada vez se asemeja más a la de un hombre. Biológicamente, la mujer está dotada de unos dispositivos que facilitan en mayor medida la longevidad.
-¿Son las operaciones estéticas el 'elixir de la eterna juventud'?
-Yo defiendo que hay que envejecer con éxito y dando vida a los años, no años a la vida. Dar vida a los años no supone solamente cuidar la imagen a través de operaciones estéticas que, en muchos casos, en lugar de mostrar la lozanía de la persona muestran una artificialidad física. Se debe envejecer con dignidad teniendo bienestar subjetivo y psicológico.
-La tercera edad llegará tarde o temprano a todas las personas, pero ¿cómo ha de ser esa mentalización?
-Primero hay que tener en cuenta que envejecer significa vida. Envejecer es una etapa más en el proceso de desarrollo que no acaba hasta la muerte de este ser humano. El niño reconstruye al bebé, el adolescente reconstruye al niño, el adulto reconstruye al adolescente y el envejecimiento supone una reconstrucción de nuestra etapa adulta. Por lo tanto, es importante que nos concienciemos que envejecer es vida. No vivir más años sino con calidad.Yo quiero envejecer a pesar de que me va a suponer enfrentarme a numerosos cambios. Si sobrevivimos, envejecemos.
-¿Es la jubilación el primer paso hacia la vejez?
-No, ni mucho menos.
-¿Cómo hay que afrontar esta nueva etapa de vida?
-Compensando nuestra vida con tareas que nos continúen manteniendo implicados con nuestro entorno y que continúen haciéndonos sentir útiles, como puede ser colaborar con distintas entidades. La jubilación es una circunstancia que supone una restructuración del rol social.
-¿Una de las tareas podría ser cuidar de los nietos?
-Si es su voluntad y se acepta libremente, es una ayuda a las nuevas generaciones. pero no tiene porque ser necesariamente así.
-¿Cree que las residencias son una forma de desterrar a los mayores que han entregado toda su vida a los hijos?
-Es una opción difícil de generalizar. La sociedad debe abrir distintos servicios. Entiendo que es una decisión que debe adoptar la familia y el anciano conjuntamente.
-¿Una vida saludable, dieta sana y cariño son las claves básicas para disfrutar del final de la madurez?
-Cariño, sentirse vivo y continuar teniendo propósitos de vida. El bienestar subjetivo y psicológico deben ir de la mano con los hábitos de vida saludables.
-¿Es la soledad la pandemia más importante del siglo XXI?
-Sí, pero no solamente en el envejecimiento. La soledad la sienten los niños, los adolescentes, jóvenes y adultos. Uno puede sentir soledad estando acompañado.
-¿Se puede ser un anciano con alma de niño?
-Sí, evidentemente, porque existe una edad subjetiva, que demuestra cómo se siente uno, y una edad cronológica. Además, este espíritu juvenil y la ilusión por la vida siempre es positivo.
-En la conferencia ofrecida en las Aulas de la Tercera Edad habló sobre la 'Autopercepción del envejecimiento', ¿cree necesario que las personas conozcan las fases del envejecimiento que les acecha?
-Es un proceso irreversible y al que hay que hacer frente, igual que en cualquier época del desarrollo, con los retos y características que reclama. Hay que afrontarlo de forma óptima.
-Todo el mundo sabe que la ancianidad llegará tarde o temprano, pero ¿por qué resulta tan difícil aceptarla?
-Por varias razones. Una de ellas es de carácter social. En nuestra sociedad actual el envejecimiento no está bien valorado, se continúa interpretando como un período de declive. Sin embargo, en otros momentos históricos la vejez ha generado gran respeto. Actualmente, priman parámetros de juventud y belleza física, proscribiéndose la sabiduría que aporta el envejecimiento. Otras razones son los aspectos físicos que afectan al cuerpo humano y esto, de nuevo, choca con la imagen corporal de belleza que está en nuestra sociedad.
-¿Cuáles son los primeros síntomas que demuestran la llegada de la tercera edad?
-Envejecemos muy pronto. Los signos son multidimensionales y variados, pero uno puede sentirse viejo objetivamente cuando se sitúa en el período que los psicólogos del desarrollo marcamos en los 55-65 años. Todavía están dentro de la adultez, pero con síntomas evidentes en nuestro cuerpo y con unas tareas sociales y familiares que empiezan a estar en momento de cambio. Este envejecimiento entra en su plena fase a partir de los 65-75 años hasta el final de la vida. No obstante, el envejecimiento es un proceso natural y es el resultado de la supervivencia del ser humano.
-Entonces, ¿a qué edad una persona es considerada anciana?
-Una persona es anciana a partir de los 85 años, llega al período de la vejez a partir de los 75 y es un adulto mayor en torno a los 65 años, pero ésto sólo se rige en la edad cronológica.
-Las estadísticas demuestran que las mujeres sobreviven a sus maridos. ¿Atraviesan ellas una vida menos dura o saben afrontar mejor la llegada de los años?
-La vida no es menos dura, es distinta y en nuestra sociedad actual cada vez se asemeja más a la de un hombre. Biológicamente, la mujer está dotada de unos dispositivos que facilitan en mayor medida la longevidad.
-¿Son las operaciones estéticas el 'elixir de la eterna juventud'?
-Yo defiendo que hay que envejecer con éxito y dando vida a los años, no años a la vida. Dar vida a los años no supone solamente cuidar la imagen a través de operaciones estéticas que, en muchos casos, en lugar de mostrar la lozanía de la persona muestran una artificialidad física. Se debe envejecer con dignidad teniendo bienestar subjetivo y psicológico.
-La tercera edad llegará tarde o temprano a todas las personas, pero ¿cómo ha de ser esa mentalización?
-Primero hay que tener en cuenta que envejecer significa vida. Envejecer es una etapa más en el proceso de desarrollo que no acaba hasta la muerte de este ser humano. El niño reconstruye al bebé, el adolescente reconstruye al niño, el adulto reconstruye al adolescente y el envejecimiento supone una reconstrucción de nuestra etapa adulta. Por lo tanto, es importante que nos concienciemos que envejecer es vida. No vivir más años sino con calidad.Yo quiero envejecer a pesar de que me va a suponer enfrentarme a numerosos cambios. Si sobrevivimos, envejecemos.
-¿Es la jubilación el primer paso hacia la vejez?
-No, ni mucho menos.
-¿Cómo hay que afrontar esta nueva etapa de vida?
-Compensando nuestra vida con tareas que nos continúen manteniendo implicados con nuestro entorno y que continúen haciéndonos sentir útiles, como puede ser colaborar con distintas entidades. La jubilación es una circunstancia que supone una restructuración del rol social.
-¿Una de las tareas podría ser cuidar de los nietos?
-Si es su voluntad y se acepta libremente, es una ayuda a las nuevas generaciones. pero no tiene porque ser necesariamente así.
-¿Cree que las residencias son una forma de desterrar a los mayores que han entregado toda su vida a los hijos?
-Es una opción difícil de generalizar. La sociedad debe abrir distintos servicios. Entiendo que es una decisión que debe adoptar la familia y el anciano conjuntamente.
-¿Una vida saludable, dieta sana y cariño son las claves básicas para disfrutar del final de la madurez?
-Cariño, sentirse vivo y continuar teniendo propósitos de vida. El bienestar subjetivo y psicológico deben ir de la mano con los hábitos de vida saludables.
-¿Es la soledad la pandemia más importante del siglo XXI?
-Sí, pero no solamente en el envejecimiento. La soledad la sienten los niños, los adolescentes, jóvenes y adultos. Uno puede sentir soledad estando acompañado.
-¿Se puede ser un anciano con alma de niño?
-Sí, evidentemente, porque existe una edad subjetiva, que demuestra cómo se siente uno, y una edad cronológica. Además, este espíritu juvenil y la ilusión por la vida siempre es positivo.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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